Seamos realistas. Es probable que hayas oído hablar mucho de las gafas progresivas últimamente y que te preguntes cuál es la diferencia entre ellas y las gafas monofocales.
Pues bien, aquí tienes un rápido desglose:
Gafas monofocales
Las lentes monofocales se fabrican para una graduación específica (por ejemplo, tu ojo derecho tiene -3,00 dioptrías y tu ojo izquierdo -3,25 dioptrías). Las lentes cubren sólo una parte del ojo, por lo que no serán tan nítidas a diferentes distancias como las lentes progresivas, que pueden ajustarse a varias graduaciones.
Gafas progresivas
Las lentes progresivas se fabrican pensando en varias graduaciones: están diseñadas para ofrecerte una visión periférica clara en todas las direcciones, independientemente de dónde mires o de la graduación que necesites para cada ojo.
El diseño del cristal progresivo está desarrollado para:
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Ver bien de lejos por la parte superior de la lente
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Ver bien a distancias intermedias por la parte media de la lente
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Ver bien de cerca por la parte inferior de la lente
Entonces, ¿cuál debería elegir?
Depende del estilo de vida que lleves. Si tu día a día implica mucho trabajo de cerca (como la lectura o el trabajo con el ordenador), las lentes monofocales pueden ser lo mejor para ti, ya que la lente sólo cubre el centro del ojo y no tiene ninguna visión periférica, por lo que será más fácil para tus ojos que si se volvieran borrosos al intentar enfocar un texto o un objeto pequeño.