¿Cada cuánto tiempo hay que revisar la vista?
Seguramente te has planteado que deberías revisarte la vista, pero no sabes si hay que acudir con cierta frecuencia o solo cuando notas que no ves del todo bien.
Hacer una revisión periódica nos puede ayudar, no solo a solucionar un defecto refractivo determinado, si no a prevenir y detectar problemas visuales a tiempo.
En este post vamos a contarte cada cuánto tiempo recomendamos acudir a la óptica a revisar tu vista y por qué es importante hacerlo.
Cuándo es recomendable revisar tu vista
Se estima que más de la mitad de la población española utiliza algún tipo de corrección visual en su día a día. Pero según el Libro Blanco de la visión, un 72% de ellos no acude regularmente a sus revisiones porque piensan que ven correctamente.
Normalmente solemos acudir a la óptica cuando empezamos a notar que no vemos igual de bien que antes o cuando nuestras gafas se deterioran y/o se rompen. Pero eso no es lo más conveniente, ya que hay situaciones en las que no somos conscientes de que nuestros ojos están perdiendo calidad visual.
Realizar una revisión una vez al año permite que tu óptico - optometrista sea capaz de anticiparse a:
Detectar alteraciones, que pueden pasar desapercibidas al no presentar síntomas, como por ejemplo diabetes o glaucoma. Eso le permite derivarte al profesional más adecuado.
Comprobar el estado de tus ojos, para descartar problemas tales como principio de cataratas.
Corregir pequeñas variaciones en la corrección de tus gafas para que tu visión sea siempre la correcta y tu sistema visual no sufra ningún deterioro.
Tratar posibles problemas de visión que nos producen dolor de cabeza, visión borrosa o fatiga ocular.
Recomendar las lentes con tecnología y tratamientos más novedosos. Esto nos permite tener actualizada nuestra gafa con todo lo necesario para obtener el mejor rendimiento visual.
Qué debemos tener en en cuenta antes de acudir a revisión
Para que la revisión sea lo más precisa posible, te contamos qué cosas pueden influir en el resultado de tu revisión:
Uso de lentes de contacto: debes acudir a la óptica sin haber usado las 24 horas anteriores lentes de contacto blandas (72 horas si son permeables). Su uso modifica la geometría de nuestra córnea y el resultado no sería el correcto.
Fatiga ocular: el rendimiento visual no es el mismo si hemos trabajado en cerca durante todo el día, por ejemplo delante del ordenador. Hay que acudir a la cita con los ojos lo más descansados posibles.
Tratamiento con medicamentos: algunos medicamentos pueden influir en nuestra acomodación o incluso provocar sequedad ocular, provocando variaciones refractivas. Informa a tu óptico-optometrista antes de comenzar sobre el tipo de medicación que tomas.
Padecer alguna enfermedad crónica: pueden provocan fluctuaciones en la visión. Por ejemplo la diabetes, en cuyo caso se recomiendan varias revisiones a distintas horas del dia.
Llevar la gafa que usamos normalmente: si ya eres usuario de gafas, es importante que acudas a la cita con ella. Eso permite detectar cambios importantes desde tu última revisión.
Pedir cita previa: el tiempo para tu revisión debe ser el adecuado. Concertar una hora con tu óptico te asegura que te dedique el tiempo necesario para hacer una revisión completa.